martes, 22 de febrero de 2011

Capítulo I - La Iniciación

Capítulo I

LA INICIACIÓN

El tema de la iniciación se está generalizando cada vez más entre el público. No pasarán muchos siglos sin que se restauren los antiguos misterios y la iglesia posea un grupo interno; en la iglesia del futuro, cuyo núcleo interno se está formando, la primera iniciación será exotérica, vale decir, que la primera iniciación constituirá antes de mucho tiempo, la ceremonia más sagrada de la iglesia y será celebrada en forma exotérica, por ser uno de los misterios revelados en determinados períodos, y a ella asistirán quienes estén implicados. También ocupará un lugar similar en el ritual de los masones. En esta ceremonia, quienes estén preparados para la primera iniciación, serán admitidos públicamente en la Logia por uno de sus miembros, autorizado para ello por el gran Hierofante Mismo.
(1 – 23)

SIGNIFICADO DEL PROCESO INICIÁTICO

Antes de proseguir con el siguiente punto, respecto a la fusión de la conciencia del Maestro con la de Su discípulo, quisiera referirme al significado de las palabras que acentué anteriormente, “el proceso iniciático". He considerado extensamente el tema de la iniciación en muchos de mis libros, y me he esforzado por presentarlo en forma tal, de evidenciar que encaja en el proceso evolutivo como un procedimiento normal e inevitable. La iniciación ha sido frecuentemente presentada como una ceremonia, y he creído necesario contrarrestar fervientemente ese significado erróneo. Sin embargo, si quieren captar lo que tengo que decir, tendrán que recurrir a la compresión iluminada que posean.

La iniciación es considerada una ceremonia cuando llega a un punto culminante en el proceso iniciático donde la conciencia del discípulo es dramáticamente consciente de los miembros de la Jerarquía y de su propia posición, en relación con la misma. El discípulo hace de esta comprensión un símbolo -sucesivamente y en creciente gran escala- como si fuera una gran ceremonia rítmica de revelación progresiva, en la cual él, como candidato, es el centro del escenario jerárquico. Esto definidamente es así (desde el ángulo ceremonial) en las primeras dos iniciaciones y en relación con el Cristo como Iniciador. Después de la tercera iniciación, el ángulo del ceremonial va desapareciendo en su conciencia, porque las iniciaciones superiores no son registradas por la mente (con su capacidad para reducir el conocimiento a una forma simbólica) y trasmitidas al cerebro, sino que llegan al cerebro y allí son registradas por medio del antakarana; los resultados de la experiencia de expansión son de naturaleza tan definida que no pueden ser reducidos a símbolos o a acontecimientos simbólicos; son amorfos y permanecen en la conciencia superior.

No quiero significar que las enseñanzas dadas en el pasado por los distintos grupos ocultistas, o en mi libro Iniciación Humana y Solar, son incorrectas y no relatan con exactitud lo que el candidato cree que tuvo lugar. Trato de explicar que el aspecto ceremonial se debe a la capacidad del discípulo para construir formas mentales, y (lo que es de mayor importancia), constituye su contribución a la futura exteriorización de las primeras etapas del proceso iniciático. Cuando un adecuado número de discípulos consiga relacionar la Tríada espiritual con la personalidad fusionada con el alma y ocultamente "precipite" las energías de la mónada por intermedio del antakarana, entonces la primera y segunda iniciaciones pueden ser "ceremoniosamente" efectuadas en la Tierra.

Las iniciaciones superiores no pueden ser presentadas así, lo serán en el plano mental por medio de símbolos y no por detallados acontecimientos ceremoniales. Tal presentación simbólica tendrá validez para la tercera, cuarta y quinta iniciaciones. Cuando hayan tenido lugar estas cinco grandes expansiones, las iniciaciones ya no serán registradas como ceremoniales efectivos en la Tierra o como visualizaciones simbólicas en el plano mental. Resulta difícil encontrar una palabra o frase que pueda expresar lo que ocurre; lo que más se acerca a la verdad es la "existencia de la iluminación por medio de la revelación". A este respecto, observarán que a la quinta iniciación se le da el nombre de Revelación. Por lo tanto, tenemos una secuencia de las consecuencias o resultados de la realización espiritual y es:

1. Ceremonial efectivo, basado en la exteriorización.

Primera iniciación - El Nacimiento.
Segunda iniciación - El Bautismo.

2 Representación simbólica, basada en la visualización espiritual.

Tercera iniciación - La Transfiguración.
Cuarta iniciación - La Renunciación.
Quinta iniciación - La Revelación.

3. Iluminación por medio de la Revelación, basada en la Luz viviente.

Sexta iniciación - La Decisión.
Séptima iniciación - La Resurrección.
Octava iniciación- La Transición.
Novena iniciación- La Negación.

Será evidente que estas tres tentativas de definir el proceso de la iniciación presentan sólo el aspecto externo de la forma; cada iniciación tiene tres aspectos, como lo tiene todo lo que existe en la naturaleza, pues la iniciación es un proceso natural. Tenemos ante todo su aspecto forma; luego su aspecto alma o conciencia, y finalmente su aspecto vida.

En el aspecto forma culmina la experiencia y se presenta a la comprensión del discípulo el proceso iniciático; el aspecto conciencia indica en forma misteriosa el grado de expansión cuando el discípulo ha pasado por el proceso; el aspecto vida permite el contacto extraplanetario, indicando así un posible futuro y los eventuales procesos de identificación. Podría agregarse que el ceremonial efectivo admite al discípulo en pleno compañerismo con la Jerarquía; la representación simbólica indica al discípulo el Camino a Shamballa, y la revelación iluminada presenta al iniciado el puente entre nuestro plano físico cósmico y los mundos internos subjetivos y cósmicos; esta entrada en el puente (hablo en símbolos) revela la existencia del Antakarana cósmico, creado por el Señor del Mundo y Su Grupo de Ejecutivos.

Esta información relativa al proceso iniciático es de naturaleza coordinadora y sólo de utilidad para ustedes a este respecto. La síntesis solar subyacente demuestra ser la plataforma fundamental dada en Tratado sobre Fuego Cósmico. Fuera de esa implicación, la información no tendrá ninguna utilidad. Sin embargo, permitirá comenzar a desarrollar el sentido esotérico de síntesis.

Estos tres grados de apreciación o comprensión del proceso iniciático están insinuados en el trabajo masónico. El aspecto ceremonial puede relacionarse con el grado de Aprendiz Aceptado, el grado de Compañero, más ciertos grados poco practicados, como por ejemplo el grado de Masón de la Marca y uno o dos más, siendo expansiones de la enseñanza implicada. Las iniciaciones comprendidas por el término representación simbólica, encuentran su primera insinuación en el sublime tercer grado, el del Maestro Masón, en la Santa Arca Real y en uno o dos grados sucesivos; los grados superiores del Rito Escocés constituyen una tentativa vaga y nebulosa por mantener ante los masones del mundo esas expansiones de conciencia y crecimiento en la luz, experimentadas en las restantes iniciaciones superiores -las sometidas al proceso llamado de iluminación por medio de la revelación.

El trabajo masónico es una tentativa antigua y laudable de conservar, en forma germinal, la verdad espiritual respecto a la iniciación. A pesar de la distorsión, de la pérdida de algunos antiguos jalones y de la deplorable cristalización, la verdad está ahí, y en fecha posterior (en la primera parte del próximo siglo) un grupo de masones iluminados reordenará los rituales y adaptará las actuales formas y fórmulas de tal manera, que las posibilidades espirituales, simbólicamente señaladas, emergerán con mayor claridad y más profunda potencia espiritual; la forma venidera de la masonería en la nueva era descansará necesariamente sobre la base de una cristiandad recientemente interpretada e iluminada, sin tener relación alguna con la teología, y será de naturaleza universal. Su forma actual, que se apoya sobre una base judía, que data de casi cinco mil años, debe desaparecer. Esto tendrá lugar, no por ser judía, sino porque es antigua y reaccionaria y no ha seguido el paso evolutivo del sol por el zodíaco. Este paso debe simbolizar, y en efecto simboliza, la evolución humana, y así como la vuelta al pecado de los hijos de Israel en el desierto, constituyó su retorno a una dispensación y un ritual religioso caduco y desaparecido (la religión de los pueblos en la era de Tauro, el Toro, simbolizada por su caída y adoración al becerro de oro), también la masonería moderna está actualmente en camino de hacer lo mismo y las antiguas costumbres y formas, consistentes y correctas en la dispensación judía, han caducado y deben ser abrogadas. Lo mismo puede decirse de la raza judía que, al rechazar al Cristo como el Mesías, ha permanecido, metafórica y prácticamente, en el signo de Aries, el Carnero o la Víctima Propiciatoria; ahora debe entrar en el signo (hablando también simbólicamente) de Piscis, los Peces, y reconocer a su Mesías cuando vuelva en el signo de Acuario. De lo contrario, repetirán el antiguo pecado de no responder al proceso evolutivo.
(18 – 436 / 439)

III. La Revelación de los Misterios de la Iniciación.

Gran parte de lo que se expone en estas páginas concierne, en realidad, a la aparición del Reino de Dios aparición que ahora puede tener lugar, debido a tres factores:
1. Al acrecentamiento de ese Reino en la Tierra, con sus miles de personas que aceptan sus leyes y se esfuerzan por vivir de acuerdo a sus reglas y espíritu.
2. Al hecho de que los signos de la época y la imperante necesidad de la humanidad han evocado al Cristo, y Él ha decidido reaparecer.
3. A la demanda invocadora de la humanidad que asciende continuamente hasta "el Lugar Secreto del Altísimo", y que la Jerarquía proyecta aparecer conjuntamente con el Cristo y restablecer la Ley del Espíritu sobre la Tierra. El momento de restablecer los antiguos Misterios ha llegado.

Estos hechos se han divulgado ampliamente durante los últimos dos años, como resultado de la depuración llevada a cabo en el mundo por la guerra mundial (1914 1945), y del sufrimiento a que fue sometida la humanidad (cuyo efecto igualmente purificador y poderoso, se manifestará posteriormente). Entonces será posible que la Jerarquía, la Iglesia del Cristo hasta ahora invisible, se exteriorice y actúe abiertamente en el plano físico. Esto significa retornar a la situación que existía en la época atlante cuando empleando la simbología bíblica (Gn. 2,3) Dios Mismo caminó entre los hombres y habló con ellos, pues no existían barreras entre el reino de los hombres y el Reino de Dios. La divinidad estaba entonces presente en forma física, y los Miembros de la Jerarquía espiritual guiaban y dirigían abiertamente los asuntos de la humanidad, hasta donde lo permitía la innata libertad del hombre. Hoy, y en un futuro inmediato, esto volverá a ocurrir en una vuelta más alta de la espiral de la vida. Los Maestros caminarán abiertamente entre los hombres y Cristo reaparecerá físicamente. También se restaurarán los antiguos Misterios; serán nuevamente reconocidos los antiguos jalones que la Masonería ha preservado con tanto empeño y conservado hasta ahora en los rituales masónicos, esperando el día de la restauración y de la resurrección.

Estos antiguos Misterios fueron originalmente dados a la humanidad por la Jerarquía y contienen la clave del proceso evolutivo, oculto en los números, rituales, palabras y símbolos, que velan el enigma del destino y origen del hombre, presentándole, por medio del rito y del ritual, el largo sendero que deben hollar para retornar a la luz, proporcionando además (cuando se los interpreta y representa correctamente) la enseñanza que la humanidad necesita para poder pasar de la oscuridad a la Luz, de lo irreal a lo Real y de la muerte a la Inmortalidad. El verdadero masón que comprende, aunque sea en pequeña medida, la significación de los tres grados de la Logia Azul y lo que implica su participación, reconocerá las tres frases mencionadas y la significación, de los tres grados. Las menciono con fines masónicos, pues tiene íntima relación con la restauración de los Misterios que han contenido, en el transcurso de las épocas, la clave de la tan largamente esperada restauración de la estructura que fundamentará la necesaria enseñanza y expondrá la historia del progreso del hombre en el Sendero de Retorno (cuando se libere de las nomenclaturas y nombres judíos, ya caducos, si bien correctos hasta hace tres mil años).

Tales son los Misterios que restablecerá el Cristo cuando reaparezca, revivificando en forma nueva a las iglesias y restaurando el Misterio oculto que ellas han perdido hace mucho tiempo, debido a su materialismo. La Masonería también, ha perdido la verdadera vivencia que poseía en un tiempo pero, tanto en sus formas como en su ritual, la verdad ha sido conservada y podrá ser recuperada, y esto lo hará el Cristo. Además hará revivir dichos Misterios de varias maneras; no todos acudirán a la Iglesia o a la Masonería para revitalizar su vida espiritual. Los verdaderos Misterios se revelarán a sí mismos por medio de la ciencia, y el Cristo proporcionará el incentivo para su búsqueda. Los Misterios contienen en sus fórmulas y enseñanzas, la clave para la ciencia que develará el misterio de la electricidad la más grande ciencia espiritual y esfera de conocimiento divino en el mundo, cuyos contornos apenas ahora han sido tocados. Únicamente cuando la Jerarquía esté visiblemente presente en la Tierra, y le sean develados al mundo los Misterios, de los cuales los discípulos de Cristo son custodio, se revelará el verdadero secreto y la naturaleza de los fenómenos eléctricos.

En último análisis los Misterios constituyen la verdadera fuente de revelación; esto sólo podrá ser captado sin peligro, en toda su amplitud, cuando la mente y la voluntad al bien estén estrechamente unidas y fusionadas y condicionen la conducta humana. Existen energías y fuerzas planetarias que los hombres no han controlado ni podrán controlar; nada saben de ellas y sin embargo la vida del planeta depende de las mismas, estando íntimamente relacionadas con los menospreciados poderes síquicos (tan estúpidamente encarados hoy e ignorantemente empleados). Sin embargo dichos poderes cuando estén correctamente determinados y sean utilizados - serán de gran utilidad para las ciencias que los Misterios revelarán.

El Misterio de las Edades está en vísperas de ser revelado con la reaparición de Cristo. Mediante la revelación del alma ese Misterio (velado en el conocimiento del alma) será revelado. Las Escrituras siempre han profetizado que al fin de la Era veremos revelado lo que está secreto, y surgiría a la luz del día lo que hasta ahora ha permanecido oculto. Como sabemos, el presente ciclo señala el fin de la Era de Piscis. Los próximos doscientos años verán la abolición de la muerte, o más bien de nuestros equivocados conceptos acerca de ella, y el firme establecimiento de la realidad de la existencia del alma. El alma será conocida entonces como una entidad y un impulso propulsor, y además una fuerza espiritual que está detrás de todas las formas manifestadas. El trabajo de Cristo de hace dos mil años consistió en proclamar grandes posibilidades y la existencia de grandes poderes. Cuando Él reaparezca Su tarea tendrá por objeto probar la realidad de estas posibilidades y revelar la verdadera naturaleza y potencia del hombre. Su afirmación de que todos somos hijos de Dios y tenemos un Padre propio, universal, no será considerada una hermosa afirmación mística y simbólica, en un futuro inmediato, sino una enunciación científica comprobada. Nuestra hermandad universal e inmortalidad esencial serán reconocidas como realidades de la naturaleza.

Hoy se está preparando el terreno para la magna restauración que Cristo efectuará. Las religiones mundiales, incluyendo la cristiana y la masónica, están siendo juzgadas por la mente censuradora de la humanidad; se ha proclamado casi unánimemente que ambas han fracasado en la tarea asignada por la divinidad. Se comprende en todas partes que debe afluir una vida nueva, y esto implicará nueva visión y una nueva manera de encarar las condiciones de la vida; sólo Cristo puede enseñarnos y ayudarnos a lograrlo. Según reza una antigua Escritura:

"Lo que ha sido un misterio dejará de serlo y aquello que ha estado oculto será ahora revelado; lo que ha estado velado surgirá a la luz y engrandecerá esa luz, y todos los hombres verán y se regocijarán. Llegará el momento en que la destrucción habrá realizado su trabajo benéfico; entonces los hombres, por el sufrimiento, buscarán aquello que han desechado. En vana persecución han buscado lo que tenían a mano y era fácil de obtener. Cuando lo poseyeron se comprobó que era un agente de la muerte. Sin embargo, buscaron siempre la vida y no la muerte".
Y el Cristo les traerá vida, y vida abundante.

Mucho se habla hoy acerca de los misterios de la iniciación. En todos los países proliferan los falsos instructores que enseñan los seudos misterios, ofreciendo espúreas iniciaciones (generalmente pagadas y con diploma), desorientando así a la gente. Cristo dijo que existiría tal estado de cosas antes de Su venida y que en todas partes los falsos y los espúreos se proclamarían a sí mismos. Esto no es más que la evidencia de Su venida. La falsificación siempre garantiza lo genuino. Las palabras, discusiones y pretensiones absurdas, el seudo ocultismo y los esfuerzos fútiles para "recibir una iniciación" (frase ambigua que los ignorantes instructores teosóficos han acuñado para expresar una profunda experiencia espiritual), caracterizaron la enseñanza esotérica desde su moderna aparición en 1875. Entonces H. P. Blavatsky presentó al mundo occidental la realidad de que había en la Tierra grandes discípulos y Maestros de Sabiduría, que obedecían al Cristo. Más tarde se arrepintió profundamente de haberlo dicho, según lo confiesan algunos de sus escritos dirigidos a su Sección Esotérica. Sin embargo, lo que hizo formaba parte del gran Plan y no fue un error. El error consistió en las interpretaciones y reacciones violentas de los teósofos de esa época, error que aún no han reconocido. Esta estúpida reacción fue ayudada y respaldada por la naturaleza investigadora de la humanidad, como también por la aspiración que eso trajo a la par. Los hombres crédulos y los comerciantes ambiciosos explotaron el tema y aún siguen haciéndolo.

No obstante, el efecto final de estas estupideces y errores de presentación, ha sido bueno. En todos los países existen actualmente hombres que son conscientes de la existencia de los Maestros y de la posibilidad y oportunidad ofrecidas para un progreso espiritual científico, que los convertirá en miembros del Reino de Dios. Las Iglesias ignoraban esto y consideraban a la ciencia, especialmente en la era victoriana, como un archienemigo.

Esta profusa información sobre los misterios de la iniciación - parte de ella indica una verdad oculta, otra es el producto de la aspiración imaginativa y el resto instigada por fines comerciales ha preparado definidamente a la humanidad para las enseñanzas que se cree impartirá el Cristo cuando esté nuevamente entre nosotros, en Presencia física.
Aunque no quiera el cristiano ortodoxo admitirlo, todo el Evangelio, en sus cuatro formas o presentaciones, casi no contiene otra cosa que detalles simbólicos acerca de los Misterios, que son (en lo que a la humanidad concierne) cinco en total. Estos Misterios indican, en realidad, cinco puntos importantes en la historia espiritual de un aspirante; también señalan cinco etapas importantes en el progreso de la conciencia humana. En alguna etapa de la era acuariana este progreso será claro y definido en forma aún incomprendida. La humanidad, el discípulo mundial (por medio de los diferentes grupos que se hallan en distintos grados de desarrollo) penetrará, durante los próximos dos mil años, en nuevos estados de percepción y en nuevos reinos o esferas mentales y espirituales de conciencia.

Cada era ha dejado el reflejo de un quíntuple desarrollo moderno. Hablando astronómicamente, han pasado cuatro eras: Géminis, Tauro, Aries y Piscis. Actualmente Acuario, la quinta, está entrando en el poder. En Géminis, el simbólico signo de los dos pilares, puso su sello sobre la fraternidad masónica de aquel entonces, y los dos pilares, Jackin y Boaz, aplicándoles nombres judíos que ciertamente no son los reales, vinieron a la existencia hace aproximadamente ocho mil años. Después le siguió Tauro, el toro, época en que Mithra vino como Instructor del mundo e instituyó los misterios de los Mithra, con la aparente adoración al toro. Luego siguió Aries, el carnero, que vio el comienzo de la dispensación judía, tan importante para los judíos y desafortu¬nadamente también para la religión cristiana, pero sin importancia para los innumerables seres humanos de otras partes del mundo; durante este cielo vinieron el Buddha, Shri Krishna y Sankaracharya; finalmente tenemos la Era de Piscis, los peces, que nos trajo al Cristo. La secuencia de los Misterios personificados en cada uno de los signos del zodíaco, será esclarecido por el Cristo, pues la conciencia colectiva actual exige algo más definido y realmente espiritual que la astrología moderna, o el seudo ocultismo, tan ampliamente difundido.

En la era que tenemos por delante, después de la reaparición de Cristo, cientos de miles de personas experimentarán algunas de las grandes expansiones de conciencia, pero se reflejará en las masas como renunciación (aunque esto no significa de ningún modo que las masas recibirán la cuarta iniciación), ellas renunciarán a las normas materialistas que hoy dominan en todos los estratos de la familia humana. Una de las lecciones que hoy debe aprender la humanidad (preludio de la nueva era) es saber que muy pocas cosas materiales son realmente necesarias para la vida y felicidad. La lección no ha sido todavía aprendida. Sin embargo, constituye esencialmente uno de los valores que surgirá de este período de espantosas privaciones por las que están pasando diariamente los hombres. La verdadera tragedia reside en el hecho de que el hemisferio occidental, especialmente los Estados Unidos, no participará de este proceso espiritual defi¬nido y vitalizador, por ser demasiado egoísta para permitirlo.

Por lo tanto, podrán ver que la iniciación no es un proceso ceremonial, o un premio acordado a un aspirante sobresaliente; tampoco una penetración en los Misterios los misterios de la Masonería son todavía una presentación pictórica , sino el resultado de la vivencia experimentada en los tres niveles de percepción (físico, emocional y mental), poniendo en actividad, a través de esa vivencia, las células registradoras y memorizadoras de la sustancia cerebral que hasta ahora no fueron susceptibles a las impresiones superiores. Debido a esta expansiva zona registradora o, si se prefiere, a través del perfeccionamiento de un mecanismo registrador más refinado, o instrumento de respuesta, la mente puede convertirse en transmisor de los valores superiores y de la comprensión espiritual. Así el individuo llega a ser consciente de zonas de existencia divina y de estados de conciencia eternamente presentes, pero que el individuo es constitucionalmente incapaz de hacer contacto o registrar; tampoco la mente o su agente registrador, el cerebro, fueron capaces de hacerlo desde el ángulo de su desarrollo evolutivo.
(8 – 106 / 111)

Las Tres Constelaciones Simbólicas

Hay una constelación inmensa llamada Hidra, la serpiente, asociada con el signo Leo. Nosotros encontramos también a Cráter, la copa, y Corvus, el cuervo. Las tres sintetizan en su significado el problema del hombre que está buscando la iniciación. Ellas le describen distinta y claramente el trabajo que tiene que hacer. A medida que Leo, el rey, el alma, empieza su trabajo, él comprende que tiene que beber la copa del sufrimiento y de la experiencia, que tiene que vencer la serpiente de la ilusión y el pájaro de presa para eliminar a Hidra, la serpiente; que en las antiguas pinturas está representada como una serpiente hembra. Abarca más de cien grados y está situada debajo de las tres constelaciones, Cáncer, Leo y Virgo.

En Escorpio, esta serpiente de la materia o de la ilusión, con la cual el alma se ha identificado por tanto tiempo, es finalmente vencida. Tiene sesenta estrellas, y de nuevo hacemos contacto con un número significativo, pues seis es el número de la mente o del trabajo creativo de la Mente universal, y de los seis días de la creación. En el sexto signo, Virgo, tenemos completada la forma. Se nos dice en el Libro de las Revelaciones que la marca de la Bestia es 666, e Hidra, la serpiente, se extiende debajo de las tres constelaciones y su número 6 es, por lo tanto, tres veces potente. Diez es el número de la consumación. El seis expresa, por consiguiente, las limitaciones de la naturaleza corporal trabajando a través de la forma y la utilización de la personalidad; simboliza a Dios en la naturaleza, ya sea cósmica o individualmente. Hidra, la serpiente, representa el aspecto materia, porque vela y oculta el alma.

El Cráter, o la copa, tiene trece estrellas de mediana magnitud y cerca de noventa estrellas pequeñas, aunque algunos libros de astronomía dicen tres estrellas brillantes y noventa pequeñas. Por lo tanto, tenemos nuevamente el número de la materia, o de la toma de forma, y el número de lo que es llamado “apostasía", y de "el volver la espalda” como lo hizo Judas Iscariote, al alma o al aspecto Cristo. Esta copa forma realmente parte del cuerpo de la Hidra, pues las estrellas del pie de la copa forman parte del cuerpo de la Serpiente y ambas constelaciones las reclaman. Es la copa que todo ser humano tiene que beber, llena de lo que él ha destilado de su experiencia en la materia. Es la copa de la obligación en algunos de los antiguos rituales masónicos, y simboliza el beber lo que nosotros mismos hemos preparado. También, la misma verdad puede ser expresada en las palabras de la Biblia cristiana, “Según un hombre siembre, así cosechará".
(25 - 94 / 95)


Quienes desencarnan después de la quinta iniciación, o quienes no llegan a ser Maestros en encarnación física, reciben sus siguientes iniciaciones en otra parte del sistema. Todos están, en la Conciencia del Logos. Se ha de tener en cuenta una gran realidad, que las iniciaciones del planeta o las del sistema solar, sólo son preparatorias para ser admitido en la Gran Logia de Sirio. Este simbolismo ha sido bien conservado en la masonería y combinando el método masónico con lo dicho respecto a los pasos en el Sendero de Santidad, obtendremos un cuadro aproximado. Ampliemos su significado:

Las primeras cuatro iniciaciones del sistema solar corresponden a las cuatro "Iniciaciones en el Umbral", previamente a la primera iniciación cósmica. La quinta iniciación corresponde a la primera iniciación cósmica, la de "aprendiz aceptado" en la masonería, que hace de un Maestro, un "aprendiz aceptado" en la Logia de Sirio. La sexta iniciación es análoga al grado segundo de la masonería, mientras que la séptima hace del adepto un Maestro Masón de la Hermandad de Sirio.
Maestro, por lo tanto, es quien ha recibido la séptima iniciación planetaria, la quinta iniciación solar y la primera iniciación cósmica o de Sirio.
(1 – 29)


Al estudiar esas cinco iniciaciones en el Evangelio, encontramos que dos de ellas tienen lugar en una caverna, dos en la cima de una montaña y una en el llano, entre las profundidades y las alturas. La primera y la última de las iniciaciones (el Nacimiento a la vida y la Resurrección a la "vida más abundante" tuvo lugar en una caverna. La Trasfiguración y la Crucifixión se efectuaron en la cima de una montaña o colina, mientras que la segunda iniciación, después de la cual Cristo comenzó su ministerio público, ocurrió en un río, en las llanuras del Jordán, tal vez simbolizando la misión de Cristo de vivir y trabajar entre los hombres. La frase masónica, "encontrarse en el llano", tiene ahora nuevo significado. Después de cada experiencia en la montaña, Cristo bajaba otra vez al llano de la vida cotidiana y allí manifestaba los efectos o resultados de ese gran acontecimiento.

Mitra nació en una cueva, como muchos otros. Cristo nació en una cueva y entró, como lo hicieron todos Sus antecesores, en la vida de servicio y sacrificio, capacitándose así para la tarea de Salvador del mundo.

Los Salvadores trajeron luz y revelación al género humano y fueron sacrificados, en la mayoría de los casos, por el odio de quienes no comprendieron su mensaje u objetaron sus métodos. Todos ellos "descendieron a los infiernos y al tercer día resucitaron". Hay veinte o treinta relatos similares difundidos al correr de los siglos en la historia de la humanidad, y estos relatos y las misiones descritas son siempre idénticos.
(22 - 66 / 67)

El Escalamiento de la Montaña

Capricornio cuanta la historia del escalamiento de la montaña y del descenso al infierno. Hay tres grandes ascensiones de cada alma. La masonería, a través de las edades, ha sido un custodio de esta tradición. Primero se produce la elevación de la materia al cielo. Encontramos eso en Virgo, luego, la elevación de la naturaleza psíquica desde abajo del diafragma. Tú no eres más, emocional y centrado, en ti mismo, viviendo en el plexo solar, sino que estás enfocado en el corazón y eres consciente del grupo; tus sentimientos y deseos están relacionados con el grupo.

No vives más en la naturaleza animal, interesado en la creación en el plano físico, sino que te vuelves una criatura espiritual trabajando con materia mental. No estás más limitado por la forma, sino que tienes que tratar con la forma que se ha elevado a la conciencia de la cabeza, y desde la cabeza controlar la garganta, el corazón, el plexo solar y cada parte de tu cuerpo.

Haces esto no centrándote en ellas, no pensando sobre ellas, sino viviendo como un hijo consciente de Dios sentado en "el trono entre las cejas”, el centro ajna (o glándula pituitaria) como lo llaman los hindúes. Esa es la segunda gran ascensión.

La ascención final es la que marca la emancipación del iniciado de un grado muy alto, que se vuelve conscientemente un salvador del mundo. Pero es en la segunda iniciación, la elevación de la naturaleza psíquica inferior, en la que tenemos que trabajar para que cada deseo, cada disposición de ánimo y cada emoción, sea elevada al "cielo".
(25 - 155 / 156)

No hay comentarios:

Publicar un comentario